¿Se acuerdan de ese programa de televisión donde por acertar el precio exacto de los productos ganabas? Pues algo parecido ocurre con el Opel Corsa GSi 2018. Es un coche con el que Opel ha acertado de pleno a la hora de elegir su grado de deportividad, devolviendo a su vez las siglas GSi al pequeño compacto alemán. Hemos venido hasta Alsacia, una zona disputada durante siglos entre Francia y Alemania, para probarlo a conciencia en una de las carreteras más divertidas de este país.
Qué ironía que hayamos venido con Opel a Francia a probar uno de sus últimos coches de producción propia, en una región siempre protagonista de los conflictos bélicos de este continente. El caso es que estamos ante un compacto deportivo sensato, de precio razonable, 21.500 euro, y pretensiones altas. Y es que aunque hoy en día 150 CV suenen a poca potencia, tenemos que cambiar el chip de que más es mejor y de que estamos ante un coche de segmento B, 4,02 metros de largo. Si, 200 es mejor que 150, pero eso mismo opina el Pegasus y la DGT…
Empecemos por su imagen. En el Orange Mandarine el Corsa GSi luce bastante llamativo y deportivo. Si queremos algo más discreto hay un gris metalizado muy sutil, pero el Absolute Red ofrece una imagen deportiva algo más vistosa. Las diferencias con un Opel normal y corriente son sus paragolpes específicos, las carcasas de los retrovisores y el bigote de la calandra en acabado de carbono, el alerón y unas llantas de 17″ bicolor de serie, o de 18″ en opción, siempre con Michelin Pilot Sport 4 calzadas. Las pinzas de freno en color rojo rematan un conjunto deportivo de forma sencilla.
Por dentro los asientos Recaro, un opcional muy recomendable por lo bien que sujetan y su confort, y el volante y palanca de cambios en piel ponen los acentos deportivos al interior del Corsa GSi, así como los pedales en aluminio. Por lo demás es un Corsa como otro cualquiera, con sus plásticos, su pantalla táctil de 7″, su toma USB o su instrumentación analógica con pantalla de información.
La mano de OPC se nota
Opel se ha tomado en serio a su Corsa GSi, que ha sido puesto a punto por OPC y esa mano se nota. Unas siglas que en el utilitario del segmento B llevan presentes desde 1987 y en esta quinta generación casi se podría decir que se consagran como sinónimo de deportividad al volante. Lo primero que destaca en el Opel Corsa GSi 2018 es su fino tacto, una buena conexión máquina-conductor gracias a una dirección muy precisa y un chasis muy bien ajustado para ser muy ágil.
El conjunto va 10 mm más bajo y los soportes de la suspensión así como el eje trasero son específicos, por no hablar de sus amortiguadores Koni. El Corsa GSi es tan estable como la economía de Japón pero permite tener cierto confort, muy importante en un coche que se presupone se usará mucho como coche de diario. Es firme y en carreteras muy arrugadas permite conservar tus empastes así como llevar un ritmo alto sin balanceos excesivos de su pequeña carrocería.
Potencia ¿justa?
Los más fieles a la marca se acordarán del Corsa OPC que llegó en 2007 con sus 192 CV, y estarán con la mosca detrás de la oreja por los 150 de este Corsa GSi 2018. Opel ha optado por un motor 1.4 turbo de si, 150 CV, y 220 Nm de par que hacen el 0 a 100 km/h en 8.9 segundos. En 2018 esta es una potencia baja, pero ojo, en el Corsa es más que suficiente para divertirnos, créanme. Su peso son 1.214 kg por lo que no tiramos de un trolebús, y el par llega entre 3.000 y 4.500 rpm por lo que en la zona media el coche ya se presta muy vivo. En bajas no tanto, hay que llevarlo alegre de vueltas aunque sea turbo, pero si gestionamos bien su cambio de 6 velocidades manual, no es problema.
Una vez cambiemos el chip a su concepto de deportivo modesto y hayamos comprobado lo bien que se conecta con el chasis y la dirección, su potencia no nos parecerá un problema porque podremos rodar muy rápido de forma bastante seguro y sobre todo, con una buena sonrisa en la cara. No será el más rápido en el Rallye de Alsacia, pero desde luego por su precio ofrece unas dosis tremendas de diversión.
El motor tiene una buena patada a partir de 3.000 revoluciones y se puede estirar notando su brío hasta las 6.000, apurar las 500 restantes antes del corte es jugárnosla a que corte y nos rompa el ritmo. El tacto del cambio sin ser el más deportivo del mercado es muy correcto, y su dirección es una delicia. A nivel de consumos hemos hecho un 20% de ruta por autopista y ese 80% por tramos de auténtico rallye, rodando muy rápido, marcando a final de trayecto 10.5 litros. No nos parece mala cifra a cambio de lo que nos hemos divertido hoy.
Además sigue siendo un coche práctico, con sus cinco plazas y su maletero de 280 litros, ampliables a 1.000, por lo que es perfectamente válido como coche de diario. ¿Buscas un compacto deportivo de precio asequible y potencia llevadera? Aquí lo tienes, el Corsa GSi cumple con sus expectativas de diversión.