Prueba Ford Focus ST 2019, corazón Mustang con 280 CV

Nos hemos desplazado hasta Niza para probar la versión más radical del compacto americano, el Focus ST 2019. No obstante Ford tiene una larga tradición en este segmento, que empezó con el Cortina Lotus de 1963 y al que le siguieron otros muchos. En cuanto al origen del Focus ST nos tenemos que remontar al año 2002, aquel modelo desarrollaba 170 CV. En 2005 y 2011 hubo nuevas entregas asociadas a cada nueva generación del superventas de Ford.

Prueba Ford Focus ST 2019, corazón Mustang con 280 CV
Por los Alpes Marítimos se empiezan a ver electrolineras… pero la gasolina sigue siendo la protagonista.

La que nos ocupa es la cuarta generación que, con los 280 CV de la variante gasolina, tiene que batirse en la liga de los VW Golf GTI (230/245 CV), Seat León Cupra R (300 CV), Peugeot 308 GTI (270 CV) y Renault Megane RS (280 CV). Modelos compactos y muy rápidos, una fórmula que no para de dar satisfacciones a los incondicionales de la deportividad y que, en este caso, tiene en el Focus ST un exponente de lo más recomendable.

Si ya de por sí el chasis del modelo convencional se muestra bastante ágil en todo momento y sobre todo en los pasos por curva, en el Focus ST el listón se sube de forma considerable, pero antes centrémonos en los cambios estéticos.

Mucho donde mirar

A simple vista, lo que más llama la atención, además de los diferentes anagramas repartidos por la carrocería, son sus poderosas llantas de 19 pulgadas, con las pinzas de freno en color rojo. En esta variante el alerón trasero también es más grande. Otros detalles que forman parte del equipamiento de serie son los faros full Led, los sensores de parking delanteros y traseros, y la cámara de visión trasera.

Dentro no falta el navegador con pantalla táctil de 8 pulgadas y unos asientos de cuero con Alcántara firmados por Recaro. Estos últimos merecen mención destacada, ya que recogen a la perfección a piloto y copiloto, algo que pudimos comprobar en los más de 300 kilómetros que recorrimos por las carreteras montañosas que atraviesan los Alpes Marítimos, escenario de algunos de los tramos más espectaculares del Mundial de Rallyes.

Focus ST 2019, sinónimo de deportividad

A los mandos del ST todo te invita a ir rápido. Su motor 2.3 EcoBoost (el mismo bloque que el del Mustang), se siente pleno de potencia en cualquier régimen. De momento solo se asocia a un cambio manual de 6 velocidades (en octubre llegará una caja automática de 7 relaciones), pero su tacto y recorrido hacen que nos olvidemos de las levas en el segundo viraje. Se come las curvas con tanta agilidad como cuando le das a “Omitir introducción” a cualquier serie en Netflix. Apuntas al vértice, gas… y a por la siguiente. Todo funciona a la perfección.

Para gestionar mejor su torrente de potencia contamos con cuatro modos de conducción: suelo resbaladizo, normal, sport y track (este último asociado al paquete Performance). En función del modo elegido se adaptan tanto la suspensión (adaptativa, por cierto), como la dirección, el acelerador e incluso los frenos.

Estos últimos solo en el caso de activar el modo track, para que las “mordidas” de los discos (330 mm delante y 302 mm detrás) sean todavía más efectivas. Además, con el modo Track también podremos disfrutar de un Launch Control que te ayudará a realizar salidas fulgurantes desde parado. Para los amigos de los “petardeos” también cuenta con Rev. Matching. Este sistema se encarga de dar automáticamente un golpe de gas al reducir de marcha, simulando la maniobra punta-tacón, pero ofreciendo una reducción suave para el motor.

ST 2019 CAR

Con todo, alcanza los 100 km/h en 5,7 segundos, nada mal para ser un tracción delantera. En este sentido cabe destacar la buena labor que realiza el diferencial electrónico (eLSD) que reparte el par motor (420 Nm) entre las ruedas delanteras para sacarle el mayor partido en todo momento.

No hace falta poner la radio

El sonido que emana de su mecánica es bastante potente y al volante se agradece que no haya “turbo lag”. Vayas en la marcha que vayas, sin importar la velocidad, en cuanto presiones un poco el pedal derecho allí encontrarás una puerta abierta… a la felicidad. La dirección también es muy precisa y desde Ford aseguran que es un 15% más rápida que en la variante convencional.

En cuanto a la suspensión, no se puede regular de forma independiente. Sus reglajes van ligados a los modos de conducción ya mencionados. En Normal se siente cómodo, sin olvidar la gran ayuda de los asientos Recaro, pero en Track puedes llega a resultar algo molesto si el firme de la carretera no acompaña.

ST 2019 CAR

Gasta mucho menos de lo que podrías pensar

Toca hablar de la eficiencia. Ya sabemos que quien se compra este tipo de coches no está pensando en los ciclos Euro6 dTemp o WLTP… pero a nosotros nos sorprendió gratamente que, después de una intensa jornada, a un ritmo medio-alto, el Focus ST marcase 13,3 l/100 km de consumo combinado. La cifra oficial es de 7,9 l/100 km.

Por último, antes de pagar los 35.150 euros, tendrás que elegir entre el azul “Performance” o el naranja “Fury”, los colores exclusivos del nuevo Ford Focus ST.