Rolex es una manufactura relojera suiza independiente conocida en el mundo entero. La marca, con sede en Ginebra, es famosa por su savoir-faire y la calidad de sus productos, símbolos de excelencia, elegancia y prestigio. En su búsqueda por la perfección nunca ha dejado de evolucionar sus modelos y por eso ahora nos sorprende con unas llamativas esferas.

Toda una filosofía de vida
El término «Perpetual», que aparece en todos los relojes Oyster, supone mucho más que una palabra escrita en una esfera: es una filosofía que representa la visión y los valores de la marca, una perpetua búsqueda de la excelencia que el fundador Hans Wilsdorf transmitió a la empresa.

Así, Rolex es la artífice de numerosas innovaciones, entre las que destacan el Oyster, primer reloj de pulsera hermético, que vio la luz en 1926, y la cuerda automática por rotor Perpetual, inventada en 1931. Desde su fundación, Rolex ha depositado más de 500 patentes.
La marca diseña y fabrica, en sus cuatro sedes, ubicadas en Suiza, la mayor parte de los componentes de sus relojes. Rolex se hace cargo de las diferentes etapas, desde la fundición de las aleaciones de oro hasta el ensamblaje de cada uno de los elementos del movimiento, de la caja, de la esfera y del brazalete, pasando por el mecanizado de las piezas y el acabado.

Los nuevos «rostros» para 2021
Se dice que la esfera es el rostro del reloj. Para Rolex, se trata también de un concentrado de energía que cobra vida desde el momento en que ve la luz.

Pero las nuevas esferas del Datejust 36 y del Cosmograph Daytona custodian otras fuentes de energía, únicas, ancestrales. Una se cristalizó en las profundidades de la Tierra. La otra surgió de los confines del sistema solar. Esta vibración elemental es la que da vida a las esferas de Rolex, gracias a la experiencia y el savoir-faire de sus artesanos.

Las esferas de los nuevos Oyster Perpetual Datejust 36 lucen un motivo «palmeras» –inspirado en los bosques tropicales– o «acanalado», que retoma un auténtico rasgo estético de Rolex. Verde oliva, plateadas o doradas, se obtienen a partir de materiales que provienen de las eras más remotas —como el cobre, el cinc, el níquel, el cromo, el titanio y el silicio— y mediante técnicas punteras que les confieren sus intensas y profundas tonalidades metálicas.

El Daytona se sigue reinventando
Por su parte, los nuevos Daytona se presentan en oro amarillo, blanco y Everose de 18 quilates. Sus esferas de meteorito son portadoras del recuerdo de una energía que ha surcado el tiempo y el espacio. Este material presenta motivos que se formaron a lo largo de un dilatado proceso de varios millones de años, por el que el núcleo fundido de un asteroide que viajaba a través del cosmos se enfrió.
El meteorito metálico se selecciona con arreglo a unos criterios estéticos muy estrictos. Cada fragmento posee una estructura interna inimitable, lo que convierte a los Cosmograph Daytona con esfera de meteorito en piezas absolutamente únicas.